El panorama jurídico de las empresas está en constante evolución. Continuamente se aplican nuevas leyes, reglamentos y normas industriales, y esta tendencia no muestra signos de desaceleración. Mantenerse al día de estos cambios puede ser un reto para los propietarios de pequeñas empresas que no tienen un amplio conocimiento de la terminología legal o un equipo de abogados al que acudir cuando sea necesario. Afortunadamente, aprender sobre la ley en lo que respecta a su negocio no tiene por qué ser un proceso complicado. La clave es saber por dónde empezar para entender la jerga y las implicaciones de las distintas leyes, de modo que pueda seguir operando con confianza y evitar escollos en sus futuros proyectos. Este artículo cubre algunos de los aspectos básicos que todo empresario debe conocer sobre el derecho mercantil y sus implicaciones en su empresa.

Los fundamentos del derecho mercantil
Antes de entrar en los detalles de las leyes que afectan a su empresa, es útil repasar primero los fundamentos del derecho mercantil. El derecho mercantil es el conjunto de leyes que se ocupan de las transacciones comerciales, incluidos los contratos, la propiedad intelectual y los impuestos. Si tiene un negocio, tendrá que lidiar con el derecho mercantil todos los días, se dé cuenta o no. Algunos de los componentes más importantes del derecho mercantil son Jurisdicción: El poder de un tribunal para conocer un caso y emitir una decisión El Estado de Derecho: La idea de que las personas de una sociedad deben regirse por normas generales y predecibles que se aplican a todos por igual El derecho contractual: El conjunto de normas que rigen la creación de contratos y los derechos y obligaciones de las partes de esos contratos: Leyes penales que controlan las prácticas comerciales desleales o anticompetitivas Derecho de la propiedad: El conjunto de normas que rigen la propiedad de los bienes y los derechos y obligaciones de los propietario

Contratos: Cómo proteger su empresa con documentos legales
Un contrato es un acuerdo jurídicamente vinculante que regula los derechos y responsabilidades de dos o más partes. A menudo se le llama el “código fuente de los negocios”. Tanto si trata con un proveedor, un cliente o un empleado, los contratos son una herramienta esencial para evitar malentendidos y futuros litigios. Según la Administración de Pequeñas Empresas (SBA), más de la mitad de las pequeñas empresas tienen un conflicto contractual o esperan tener uno en los próximos dos años. Estas disputas pueden suponer una pérdida de ingresos, un aumento de los gastos legales y un daño a la reputación de su empresa. Para evitar estos escollos, es importante saber qué debe incluirse en un contrato y cómo obtenerlo. Un contrato debe incluir los nombres de las partes implicadas, sus objetivos, la contraprestación (normalmente un intercambio de bienes o servicios) y una fecha de finalización u otras estipulaciones para su disolución.

Protección de la marca y de las marcas
El concepto de “ser el primero en el mercado” es un elemento crítico en toda estrategia empresarial. Esto es especialmente cierto en el entorno online, donde los consumidores pueden verse fácilmente abrumados por una oferta aparentemente interminable de productos y servicios. Una marca es mucho más que un logotipo. Es la percepción que el cliente tiene de su empresa, incluida la calidad de sus productos y servicios, la fiabilidad de sus procesos de pago y entrega, y la experiencia general que ofrece su empresa. Una marca empresarial de éxito se basa en algo más que un eslogan pegadizo o un logotipo visualmente agradable. También se basa en una cuidadosa selección del nombre de su empresa y de cualquier otra marca comercial que pueda asociarse a su marca. Una marca comercial es cualquier palabra, frase, símbolo o diseño que identifica y distingue los productos o servicios de una empresa de otra. Sin embargo, no todas las palabras pueden o deben ser marcas registradas. Además, las marcas no se conceden a la primera persona que presenta una solicitud.

Derechos de propiedad intelectual y limitaciones
La diferencia clave entre la protección de la marca y la marca comercial es que las marcas comerciales se limitan a un sector o producto específico, mientras que los derechos de autor protegen cualquier obra escrita, incluidos libros, blogs y/o artículos. Las patentes se conceden para invenciones nuevas y útiles durante un periodo de tiempo limitado, normalmente 20 años. Las marcas, los derechos de autor y las patentes son ejemplos de propiedad intelectual (PI). Los derechos de propiedad intelectual se conceden a los creadores e inventores para ayudarles a rentabilizar sus esfuerzos creativos, fomentar la innovación en el futuro y evitar que otros se beneficien de los frutos de su trabajo. Sin embargo, los derechos de PI no están exentos de limitaciones. En EE.UU. rige la regla del primero en inventar, lo que significa que el primero en tener una idea es el propietario legítimo. Las ideas pueden protegerse siempre que se expresen en una forma fija y tangible.

Conclusión
El panorama jurídico de las empresas está en constante evolución. Continuamente se aplican nuevas leyes, reglamentos y normas industriales, y esta tendencia no muestra signos de desaceleración. Mantenerse al día con estos cambios puede ser un reto para los propietarios de pequeñas empresas que no tienen un amplio conocimiento de la terminología legal o un equipo de abogados al que recurrir cuando sea necesario. Afortunadamente, aprender sobre la ley en lo que respecta a su negocio no tiene por qué ser un proceso complicado. La clave está en saber por dónde empezar a entender la jerga y las implicaciones de las distintas leyes para poder seguir operando con confianza y evitar escollos en sus futuras actividades.